Los
días 22, 23, 24 y 26 de mayo tendrá lugar en los Juzgados de lo
Penal de Castellón, en la sala 2 a las 09:30, un juicio contra 21
trabajadores a instancia de la Compañía Valenciana de Aluminio Baux
SL (Segorbe, Castellón). La querella, interpuesta en 2007 a raíz de
una huelga para exigir mejores condiciones de trabajo, podría
suponer hasta 3 años y seis meses de prisión. CGT señala la
actitud intransigente, autoritaria y antidemocrática de la empresa y
lamenta que se celebre un juicio que no debería tener lugar.
El
próximo 22 de mayo empieza el juicio de cuatro días de duración
contra los 21 trabajadores de la Compañía Valenciana de Aluminio
Baux, cuyo principal accionista era Federico Serratosa Caturla y que
desde el mes de febrero pasaron a manos del grupo NK5, el cual es
parte del BANCO DE SABADELL, serán juzgados por ejercer su derecho a
la huelga.
La empresa demandante solicita la pena de 3 años y 6 meses de cárcel y una cuantia superior a los 59.000€ de indemnización.
La empresa demandante solicita la pena de 3 años y 6 meses de cárcel y una cuantia superior a los 59.000€ de indemnización.
La
querella, interpuesta por algunos de los miembros de la dirección de
esta empresa situada en el término municipal de Segorbe, afecta a 21 trabajadores, en su mayoría vecinos de la comarca del Camp de
Morvedre y residentes en Port de
Sagunt.
El
caso
llegó
a
los
juzgados
en
octubre
de
2007,
tras
una
huelga
indefinida
por
mejoras
laborales
que contó con un amplio seguimiento por parte de la plantilla.
Ver: http://www.cgtpv.org/Els-treballadors-d-Aluminios-Baux.html.
Ver: http://www.cgtpv.org/Els-treballadors-d-Aluminios-Baux.html.
La
dirección de esta empresa ha decidido llevar hasta el final el
proceso, negándose en todos estos años a retirar los cargos contra
los trabajadores a pesar de la insistencia de las secciones
sindicales
de
CGT
y
CC.OO,
así
como
de
los
diferentes
Comités
de
Empresa
celebrados
hasta
la
fecha. La acusación es de “insultar e intimidar a 30 trabajadores
que no quisieron hacer huelga” (dirección y empleados de
oficinas).
Sin embargo, la realidad es que este colectivo accedió y salió del puesto de trabajo sin problema alguno.
“Eso sí”, afirma Juanjo Ripoll, Secretario general de CGT-Camp de Morvedre y secretario del comité de empresa de Baux, “recibieron una sonora pitada”.
En este sentido, cabe recordar la persecución hacia los 21 trabajadores por parte de la empresa: de ellos sólo quedan diez trabajando y el resto fue despedido poco a poco, sin armar mucho ruido. Tal y como denuncia Ripoll, despedido por la empresa en 2010 y que tuvo que ser readmitido tras la declaración de nulidad por parte de la justicia,
“La desfachatez de la empresa es tremenda tras sostener durante los últimos 10 años que esto ya no dependía de ellos y que ellos estaban obligados a ir, ahora se nos avisa de que la empresa va a hacer una propuesta de pacto a los denunciados, sin adelantar nada al comite de empresa, además, es de risa que sólo se preocupen por el derecho al trabajo cuando se ejerce el derecho a la huelga para defender un trabajo digno”.
Por último, desde CGT-Camp de Morvedre lamentan la celebración de este juicio, un reflejo de la nula calidad democrática del sistema, así como el hecho de que estas acusaciones falsas perjudiquen a personas trabajadoras y tengan como objetivos “atacar al sindicalismo organizado y amedrentar al resto de la plantilla para que en futuras acciones dejen solo al Comité de Empresa”.
Juan José Ripoll Mora,
Secretario General de CGT-Camp de Morvedre
Sin embargo, la realidad es que este colectivo accedió y salió del puesto de trabajo sin problema alguno.
“Eso sí”, afirma Juanjo Ripoll, Secretario general de CGT-Camp de Morvedre y secretario del comité de empresa de Baux, “recibieron una sonora pitada”.
En este sentido, cabe recordar la persecución hacia los 21 trabajadores por parte de la empresa: de ellos sólo quedan diez trabajando y el resto fue despedido poco a poco, sin armar mucho ruido. Tal y como denuncia Ripoll, despedido por la empresa en 2010 y que tuvo que ser readmitido tras la declaración de nulidad por parte de la justicia,
“La desfachatez de la empresa es tremenda tras sostener durante los últimos 10 años que esto ya no dependía de ellos y que ellos estaban obligados a ir, ahora se nos avisa de que la empresa va a hacer una propuesta de pacto a los denunciados, sin adelantar nada al comite de empresa, además, es de risa que sólo se preocupen por el derecho al trabajo cuando se ejerce el derecho a la huelga para defender un trabajo digno”.
Por último, desde CGT-Camp de Morvedre lamentan la celebración de este juicio, un reflejo de la nula calidad democrática del sistema, así como el hecho de que estas acusaciones falsas perjudiquen a personas trabajadoras y tengan como objetivos “atacar al sindicalismo organizado y amedrentar al resto de la plantilla para que en futuras acciones dejen solo al Comité de Empresa”.
Juan José Ripoll Mora,
Secretario General de CGT-Camp de Morvedre
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